El día a día en el entorno puede ser agotador, de hecho una rutina con una excesiva carga de trabajo puede ser determinante para desarrollar el síndrome Burnout. Asimismo este trastorno es mucho más habitual de lo que se suele creer, de modo que va a ser crucial identificar sus síntomas para poder tratarlo a tiempo, y evitar otras alteraciones psicológicas más graves como la depresión.
¿Pero qué es el síndrome Burnout? Es un trastorno emocional provocado por el estrés laboral.
¿Qué puede provocar a largo plazo? Si no se trata es muy probable que la exposición a ese estrés laboral continuado desemboque en una depresión.
¿Quién puede padecerlo? Según distintos investigadores, el síndrome Burnout suele darse en personas que carecen de un equilibrio sano entre su vida laboral y su vida personal y apenas tienen control sobre su trabajo. Además suele aparecer en personas con empleos que relacionan directamente al trabajador con clientes, aunque si bien es cierto, se puede dar en otros entornos como en sanidad, educación, consultoras y agencias comerciales.
¿Cuáles son sus síntomas?
El más común de todos es el agotamiento emocional, que se suele identificar con un disminución considerable de la energía, así como fatiga a nivel físico y psíquico. Esto suele llevar a otro de los síntomas, la despersonalización: que se identifica con un incremento de la irritabilidad y la ruptura de las relaciones tanto con compañeros como con clientes. Puede llegar a una deshumanización en el trato.
Por último, se produce una diminución de la autoestima personal y un mayor incremento del estrés a nivel fisiológico y cognitivo.
¿Cómo puedes identificarlo a tiempo?
En primer lugar debes evaluar si tus relaciones en el entorno de trabajo se han deteriorado tanto con tus compañeros como clientes: ¿tienes una mayor irritabilidad?¿Mayor impaciencia?
La energía y el son dos factores determinantes también. Se puede identificar si nos cuesta muchísimo levantarnos de la cama para ir al trabajo, si solemos procrastinar las tareas o si hemos empezado a dejar de ser tan productivos como antes.
Por último, este síndrome tiene unas repercusiones fisiológicas muy concretas: ¿Padeces dolores de cabeza inexplicables?¿Dolores de espalda? También afecta a nuestro consumo de alimento, podemos empezar a hacer un consumo excesivo de comida o de sustancias como el alcohol y también sufrir de un cambio radical en el sueño.
¿Qué efectos puede tener sobre mi salud?
Los que antes se suelen manifestar son el estrés, insomnio, depresión, ansiedad, pérdida de peso, dolores musculares, migrañas y desórdenes intestinales. En caso de no tratarlo, podemos ser víctimas de otras dolencias más graves como deterioro cardiovascular, problemas con el ciclo menstrual, bajada de defensas o incluso un infarto cerebral.
Es por ello que si sufres alguno de estos síntomas o episodios, ponte en contacto con un profesional. Una rápida actuación puede ser clave.
Asimismo, y para evitar sufrir este síndrome, es muy recomendable seguir estos consejos:
- Establecer una lista de preferencias en cuanto a vida laboral y personal
- Hacer deporte es clave
- Dale una nueva oportunidad a tu trabajo y busca los aspectos positivos que te hicieron llegar ahí.
- Rodéate de gente para apoyarte en ellos, ya sea dentro de tu espacio familiar o de tu oficina.